Los noventas fue hasta ahora, la gran década del diseño de camisetas, puesto que las empresas de indumentaria deportiva se encontraron con un vasto mercado que requería recambio e innovación. Al mismo tiempo, se descubrieron técnicas para el desarrollo de estampas cada vez más complejas (sublimados, estampas de agua, flúor, etc.).
Pero no demos más vueltas, en este post, queremos hablar de Umbro en la primera mitad de la década de los noventa, en la que su afán por ganarle terreno a Adidas y evitar la amenaza creciente de Nike, puso todo su empeño por innovar rompiendo con el clasicismo que hasta ese momento, regía en el mundo de las camisetas de fútbol. Y lo hizo por medio de los estampados. Logró innovar y llamar la atención, de eso no hay dudas, pero la confusión de gustos de los 90’s le jugó una mala pasada. Hoy estos modelos no son recordados por lo novedoso de sus estampas, sino porque a la distancia (hoy, año 2008) resultan horribles!!! Acá les van unos ejemplos:



un modelo igual de feo para San Lorenzo.